Claudio Naranjo, un destacado psiquiatra y terapeuta, contribuyó significativamente a la difusión del Eneagrama en el ámbito occidental. Según su enfoque, los eneatipos son patrones de personalidad que reflejan diferentes formas de percepción, emoción y comportamiento. Naranjo creía que cada eneatipo representa un conjunto específico de defensas psicológicas y estrategias adaptativas que las personas desarrollan para hacer frente al mundo y proteger su sentido de identidad.
Para Naranjo, los nueve eneatipos van más allá de simples categorías de personalidad y reflejan los matices más profundos de la psique humana. Cada eneatipo está influenciado por una serie de características emocionales, mentales y comportamentales que se manifiestan en diferentes contextos y situaciones de la vida.
Naranjo propuso que los eneatipos podían ser utilizados como recursos para el autoconocimiento y el crecimiento personal. Al identificar nuestro eneatipo dominante, podemos comprender mejor nuestras motivaciones, miedos y patrones de comportamiento, lo que nos brinda la oportunidad de trabajar en áreas de desarrollo personal y superar nuestras limitaciones.
En resumen, los eneatipos son patrones complejos de personalidad que reflejan las estrategias adaptativas que las personas desarrollan para enfrentar el mundo y proteger su identidad. Estas categorías pueden ser utilizadas como guías para el autoconocimiento y el crecimiento personal.